I
LOS DEMOLEDORES
EL MISTERIO DE INIQUIDAD
«Vi diferentes partes de la tierra: mi guía me nombró Europa y, mostrándome un
rincón arenoso, me dijo estas importantes palabras: -He aquí la Prusia enemiga. El
me enseño a continuación un punto más al norte diciendo: – He aquí la Moscovia
trayendo con ella muchos males.•• (AA.III.133)
<<Los habitantes eran de un orgullo inusitado. Vi que se armaban y que se trabajaba
por todos los lados. Todo era sombrío y amenazante»
«Vi ahí a San Basilio y a otros. Vi sobre el castillo de tejados relucientes, al maligno
que se sostenía en las agujas»
«Vi que de entre los demonios encadenados por Cristo, cuando su descenso a los
infiernos, algunos estaban sueltos, desde no hace mucho y habían suscitado esta
secta. Vi que otros serán soltados de dos generaciones en dos generaciones. (19
octubre 1823).
«Ella vio (habla Brentano; el transcriptor) con sus terribles consecuencias, las medidas
que los propagadores de las luces tomaban por todas partes por donde llegaban al
poder y a la influencia, para abolir el culto divino así como todas las prácticas y los
ejercicios de piedad, o para hacer de estos algo tan vano como lo eran las grandes
palabras de luz, de caridad de espíritu, bajo las cuales ellos se ocultaban a si mismos
y a los demás el vacío desolador de sus asuntos en los que Dios no estaba para nada.
(AA.III.161 )
«Mi guía me condujo alrededor de toda la tierra: me hizo recorrer sin cesar inmensas
cavernas hechas de tinieblas y en las cuales vi una inmensa cantidad de personas
errando por todas partes y ocupadas en obras tenebrosas. Parecía que yo recorriera
todos los puntos habitados del globo, no viendo más que el mundo del vicio»
«A menudo veía nuevas tropas de hombres caer como desde lo alto en esta ceguera
del vicio. No vi que nada mejorase … Me hizo entrar en las tinieblas y considerar de
nuevo la malicia, la ceguera, la perversidad, los engaños, las pasiones vindicativas, el
orgullo, el engaño, la envidia, la avaricia, la discordia, el asesinato, la lujuria y la
horrible impiedad de los hombres, todo tipo de cosas que sin embargo no les eran de
ningún beneficio, sino que les hacía cada vez más ciegos y miserables y les hundían
en las tinieblas cada vez más profundas. A menudo tuve la impresión de que ciudades
enteras se encontraban situadas sobre una corteza de tierra muy fina y corrían el
riesgo de hundirse muy pronto en el abismo.»
«Vi a esos hombres cavar ellos mismos para otros fosas ligeramente recubiertas: pero
no vi personas de bien en esas tinieblas, ni a nadie por consiguiente, caer en las
fosas. Vi todos a estos malvados como grandes espacios tenebrosos que se extendían
de un lado hasta otro; los veía en barullo como en la confusión tumultuosa de una gran
feria, formando diversos grupos que se ejercían en el mal y masas que se mezclaban
unas con otras: ellos cometfan todo tipo de actos culpables y cada pecado traía como
consecuencia otro. A menudo me parecía que me sumergía más profundamente
todavía en la noche. El camino descendía una pendiente escarpada: era algo
horriblemente espantoso y que se extendía alrededor de la tierra entera. Vi pueblos de
todos los colores, llevando los ropajes más diversos y todos sumergidos en las
abominaciones: (AA.II.151)
«A menudo me despertaba lleno de angustia y de terror: veía la luna brillar
apaciblemente a través de la ventana, y oraba a Dios suplicándole que no me hiciera
ver esas imágenes espantosas. Pero enseguida El me hacía descender de nuevo en
esos terribles espacios tenebrosos y ver las abominaciones que se cometían. Me
encontraba una vez en una esfera de pecado tan horrible que creí estar en el infierno y
me puse a gritar y a gemir. Entonces mi guía me dijo: ··Yo no estoy cerca de ti, y el
infierno no puede estar ahí donde yo estoy».
••Me pareció ver un lugar muy amplio que recibía más la claridad del día. Era como la
imagen de una ciudad perteneciente a la parte del mundo que nosotros habitamos. Un
horrible espectáculo me fue mostrado. Vi crucificar a Nuestro Señor Jesucristo. Yo
temblaba hasta los huesos: porque no había ahí más que hombres de nuestra época.
Era un martirio del Señor mucho más espantoso y mucho más cruel que el que debió
sufrir de los Judíos. (AA.II.157)
<<Terminando el relato de esta horrible visión cuyo recuerdo le provocaban
palpitaciones convulsivas, y que nada pudo convencerla para contarlo todo entero, ella
dijo: -mi conductor me habló así: «Tu has visto las abominaciones a las cuales los
hombres ciegos se libran en las tinieblas»
<<Vi ahí con horror un gran número de personas conocidas mías, incluso sacerdotes.
Muchas líneas y ramificaciones partiendo de las personas que erraban en las tinieblas
desembocaban en este lugar (El lugar de la nueva Crucifixión) (AA.II.157)
••Vi una muchedumbre innumerable de desgraciados oprimidos, atormentados y
perseguidos de nuestros días en varios lugares, y vi siempre que se maltrataba por
ello a Jesucristo en persona. Estamos en una época deplorable en la que no hay ya
más, refugio contra el mal: una densa nube de pecado pesa sobre el mundo entero, y
veo a los hombres hacer las cosas más abominables con una tranquilidad y una
indiferencia completas.( … )Vi todo esto en varias visiones mientras que mi alma era
conducida a través de diversos países sobre toda la tierra» (CC.89)
••Vi nuevos mártires, no del tiempo presente (1820, año de la visión) sino del tiempo
que vendrá.( … ) Sin embargo veo que se les oprime ya•• (AA.III.112)
LA DEMOLICIÓN DE LA IGLESIA
••He visto personas de la secta secreta minar sin descanso a la gran Iglesia …
(AA.III.113)»
<< … y he visto cerca de ellos una horrible bestia que había surgido del mar. Tenía una
cola como la de un pez, garras como las de un león, y varias cabezas que rodeaban
como una corona una cabeza más grande. Sus boca era ancha y roja. Estaba
manchada como un tigre y se mostraba muy familiar con los demoledores. Se
acostaba a menudo en medio de ellos durante su trabajo: a menudo también, ellos
iban a encontrarla en la caverna donde se escondía a veces.»
«Durante ese tiempo, vi por un lado y por otro, en el mundo entero, muchas personas
buenas y piadosas, sobretodo eclesiásticos, vejados, prisioneros y oprimidos, y tuve el
sentimiento de que ellos llegarían a ser mártires un día» (AA.III.113)
«Como la Iglesia estaba ya en gran parte demolida, no quedando en pié mas que el
coro con el altar, vi a estos demoledores penetrar en la iglesia con la bestia,
» (Los demoledores encontraron en el templo) … una mujer llena de majestad. Me
parecía que ella estaba embarazada, ya que caminaba lentamente: los enemigos
fueron presa del pánico al verla y la bestia no pudo ya dar ni un paso adelante. La
bestia alargaba el cuello hacia la mujer con el aspecto más furioso, como si quisiera
devorarla. Pero la mujer se volvió y se posternó con el rostro contra la tierra. Vi
entonces a la bestia huir de nuevo hacia el mar y los enemigos correr en el mayor
desorden) (AA.I II.113)
«Vi la iglesia de San Pedro y una enorme cantidad de hombres que trabajaban en
invertirla, pero vi ahí también a otros que hacían reparaciones. Cadenas de trabajo
ocupadas de este doble trabajo se extendían a través de todo el mundo y me quedé
asombrada de la coordinación con la que todo ello se hacía. Los demoledores extraían
grandes fragmentos; eran particularmente sectarios en gran número y con ellos los
apóstatas. Estas personas, haciendo su trabajo de destrucción, parecían seguir ciertas
prescripciones y una cierta regla: llevaban delantales blancos rodeados de una cinta
azul y proveidos de bolsillos, con paletas de albañil en la cintura. Ellos tenían además
vestidos de todo tipo: había entre ellos hombre distinguidos, altos y gruesos, con
uniformes y cruces, los cuales sin embargo no trabajaban directamente en la labor,
sino que marcaban en los muros con la paleta los lugares donde había que demoler.
Vi con horror que habla también entre ellos sacerdotes católicos, (AA.II.202)
«Ya toda la parte anterior de la Iglesia estaba destruida: no quedaba en pié más que el
santuario con el Santísimo Sacramento, (AA.II.203)
••He visto la Iglesia de San Pedro: estaba demolida con excepción del coro y del altar
mayor (10 septiembre 1820). (AA.III.118)
••Vi también como, al final, María extendió su manto por encima de la Iglesia y como
los enemigos de Dios fueron ahuyentados» (AA.II.414)
••Mayo de 1823. Tuve de nuevo la visión de la secta secreta socavando por todas
partes la iglesia de San Pedro. Ellos trabajaban con instrumentos de toda especie y
corrían por aquí y por allá, llevado piedras que habían arrancado. Fueron obligados a
dejar el altar, no pudieron quitarlo. Vi profanar y quitar una imagen de María.
(AA.III. 556)
••Yo me lamentaba al Papa y le preguntaba como él podía tolerar que hubiera tantos
sacerdotes entre los demoledores. ( … )Vi en esta ocasión porque la Iglesia ha sido
fundada en Roma; es porque ahf está el centro del mundo y que todos los pueblos si
vinculan con ella por diferentes relaciones. Vi también que Roma permanecerá en pié
como una isla, como una roca en medio del mar, cuando todo, alrededor de ella, caerá
en ruinas.,
••Cuando vi a los demoledores, me quedé maravillada de su gran habilidad. Tenían
todo tipo de máquinas: todo se hacía siguiendo un plan: nada se producía por si
mismo. Ellos no hacían ruido; ponían atención a todo; recurrían a artimañas de todo
tipo, y las piedras parecían a menudo desaparecer de sus manos. Algunos de entre
ellos reconstruían: destruían lo que era santo y grande y lo que edificaban no era más
que vacío, hueco, superfluo. Llevaban las piedras del altar y hacían con ellas una
escalinata en la entrada. (AA.III.556)
EL OSCURECIMIENTO DE LA IGLESIA
«Vi la Iglesia terrestre, es decir la sociedad de los fieles sobre la tierra, el ejercito de
Cristo en su estado de paso sobre la tierra, completamente oscurecida y desolada,
(AA. 11 .352)
<<¡Vosotros sacerdotes, que no os movéis! ¡Estáis dormidos y el redil arde por todos
lados! ¡No hacéis nada! ¡Como llorareis por eso un día! ¡Si tan solo hubierais dicho un
Pater! ( … ) ¡Veo tantos traidores! No soportan que se diga: «esto va mal». Todo está
bien a sus ojos con tal de que puedan glorificarse con el mundo! (AA.III. 184)
«Vi las carencias y la decadencia del sacerdocio, así como sus causas. Vi los castigos
que se preparan, (AA.II. 334)
«¡Los servidores de la Iglesia son tan laxos! Ya no hacen uso de la fuerza que poseen
en el sacerdocio»(AA.II.245)
«¡Si algún día las almas reclaman lo que el clero les debe al ocasionarles tantas
perdidas por su incuria y su indiferencia, sería algo terrible!•• (AA.II.342)
«Ellos tendrán que dar cuenta de todo el amor, todas las consolaciones, todas las
exortaciones, todas las instrucciones referentes a los deberes de la religión, que ellos
no nos dan; de todas las bendiciones que no distribuyen, a pesar de que la fuerza de
la mano de Jesús esté sobre ellos, por todo lo que omiten de hacer a semejanza de
Jesús (AA.II.358)
» ··· (por) las caricias hechas al espíritu de la época por parte de los servidores de la
Iglesia, (AA.II.377)
«Vi reliquias dejadas a la aventura y otras cosas del mismo género,(AA.II.347)
«··· para una infinidad de personas que tenían buena voluntad, el acceso a las fuentes
de la gracia del corazón de Jesús se encontraba impedido y cerrado por la supresión
de los ejercicios de devoción, por el cierre y la profanación de las iglesias, (AA.III.167)
«Tuve una visión concerniente a las faltas de incontables pastores y la omisión de
todos sus deberes hacia su rebaño» (AA.II.347)
«Vi muchos buenos y piadosos obispos, pero estaban mudos y débiles y el mal partido
tomaba a menudo la fuerza» (AA.II.414)
«Todo esto me hizo conocer que la recitación de la genealogía de Nuestro Señor ante
el Santísimo Sacramento, en la fiesta del Corpus Christi encierra un grande y profundo
misterio; he conocido por ello que lo mismo, que entre los ancestros de Jesucristo,
según la came, muchos no fueron santos y fueron incluso pecadores si dejar de ser
grados de la escala de Jacob, por los cuales Dios descendió hasta la humanidad, por
lo mismo también los obispos indignos permanecen capaces de consagrar el
Santísimo Sacramento y de conferir el sacerdocio con todos los poderes que le están
ligados» (CC.175)
«Vi en una ciudad, una reunión de eclesiásticos, de laicos y de mujeres, los cuales
estaban sentados juntos, comiendo y haciendo bromas frívolas, y por encima de ellos
una nube oscura que desembocaba en una planicie sumergida en las tinieblas. En
medio de esta niebla, vi a Satán sentado bajo una forma horrible y, alrededor de él,
tantos acompañantes como personas había en la reunión que ocurría debajo. Todos
estos malos espíritus estaban continuamente en movimiento y ocupados en empujar al
mal a esta reunión de personas. Ellos les hablaban a la oreja y actuaban sobre ellos
de todas las maneras posibles. Estas personas estaban en un estado de excitación
sensual muy peligroso y ocupados en conversaciones ociosas y provocantes. Los
eclesiásticos eran de esos que tienen como principio: <<Hay que vivir y dejar vivir. En
nuestra época no hay que estar aparte ni ser un misántropo: hay que alegrarse con los
que se alegran». (AA.II.488)
«Como él (Satán) hablaba de su derecho y como quiera que ese lenguaje me
sorprendía mucho, fui instruida que él realmente adquiría un derecho positivo cuando
una persona bautizada que había recibido por Jesucristo el poder de vencerle se
libraba por el contrario a él por el pecado libremente y voluntariamente». (AA.II.489)
«Veo una cantidad de eclesiásticos castigados de excomunión, que no parecen
inquietarse ni incluso saberlo. Y sin embargo son excomulgados cuando toman parte
en esas empresas, cuando entran en asociaciones y se adhieren a opiniones sobre las
que pesa el anatema. Veo estos hombres rodeados de una nube como de un muro de
separación. Se ve por esto cuanto Dios tiene en cuenta de los decretos, de las
ordenes y de las defensas del jefe de la Iglesia y los mantiene en vigor cuando incluso
los hombres no se inquietan de ello, reniegan de eso o se ríen. (AA.III.148)
«Se me mostró como los paganos de antaño adoraban humildemente a otros dioses
diferentes de ellos mismos ( … )El culto (de esos paganos) valía menos que el culto de
aquellos que se adoraban a si mismos en mil ídolos y no dejaban ningún lugar al
Señor entre estos ídolos … (AA.III.102)
.. vi cuan funestas serían las consecuencias de esta falsificación de la Iglesia. Yo la vi
crecer, vi a los heréticos de todas las condiciones venir e la ciudad (Roma)»
«Vi acrecentarse la tibieza del clero local, vi hacerse una gran oscuridad,
«Entonces la visión se agrandó por todos los lados. Vi por todo comunidades católicas
oprimidas, vejadas, encarceladas y privadas de libertad. Vi muchas iglesias cerradas.
Vi grandes miserias producirse por todas partes. Vi guerras y sangre vertida. Vi el
pueblo salvaje e ignorante, intervenir con violencia.» (AA.III.1 03)
.. … eso no durará mucho tiempo … »
«De nuevo vi la visión en la que la iglesia de San Pedro era minada, siguiendo un plan
hecho por la secta secreta, al mismo tiempo que era deteriorada por las tormentas»
(AA.III.103)
«Vi la ayuda llegar en el momento de mayor angustia» (AA.III.1 04)
LA IGLESIA DE LOS APÓSTATAS
••Vi la iglesia de los apóstatas crecer grandemente. Vi las tinieblas que partían de ella,
repartirse alrededor y vi muchas personas abandonar a la Iglesia legítima y dirigirse
hacia la otra diciendo: ••Ah f todo es mas bonito, más natural y más ordenado»
(AA.II.414)
••Vi cosas deplorables: se jugaba, se bebía, se parloteaba, se seducía a las mujeres
en la iglesia, en una palabra se cometían allí todo tipo de abominaciones» (AA.III.120)
••Los sacerdotes dejaban que se hiciera cualquier cosa y decían la misa con mucha
irreverencia. Vi pocos que tuvieran todavía piedad y juzgasen sanamente las cosas.
Todo eso me afligió mucho. Entonces mi Esposo celeste me cogió por medio del
cuerpo, como él mismo había sido atado a la columna y me dijo: ••Es así como la
Iglesia será todavía encadenada, es así como será estrechamente atada antes de que
pueda revelarse•• (AA.III.120)
••El (mi esposo celeste) me mostró también en cuadros innumerables la deplorable
conducta de los cristianos y de los eclesiásticos, en las esferas cada vez más vastas
extendiéndose a través del mundo entero estando mi país incluido. Era un cuadro
inmenso e indeciblemente triste que es imposible describir. Me fue así mostrado que
no hay casi ya más cristianos en el antiguo significado de la palabra. Esta visión me
llenó de tristeza. (AA.III.125)
••Vi en el futuro la religión caída muy bajo y conservándose únicamente en algunos
lugares, en algunos hogares y en algunas familias que Dios ha protegido también de
los desastres de la guerra•• (AA.III.557)
•• ( 12 de septiembre de 1820}. Vi construir una iglesia extraña y al revés de todas las
reglas. El coro estaba dividido en tres partes, de las que cada una era unos grados
más alta que la otra. Por debajo habfa una sombría bodega llena de humo. (AA.III.104)
•• … en la primera parte vi arrastrar un trono … en la segunda un barreño lleno de
agua El agua sola parecía tener algo de santificado … en la más elevada una mesa … ••
•• No vi ningún ángel asistir a la construcción: pero diversos espíritus planetarios (que
se encargan de engañar a los hombres) de los más violentos arrastraban todo tipo de
objetos al sótano, donde personajes en pequeños mantos eclesiales los tomaban para
llevarlos con ellos. Nada venía de lo alto en esta iglesia: todo venía de la tierra ( … ) y
de la región tenebrosa( … ) todo en esa iglesia, era oscuro, a contra sentido y sin vida:
no había mas que burla y ruina»
••Vi cerca otra iglesia donde reinaba la claridad y que estaba provista de toda especie
de gracias de lo alto. Vi a los ángeles subir y descender, vi vida y crecimiento … (y
también) tibieza y disipación»
••Sin embargo, la Iglesia tradicional (todo lo imperfecta u oscurecida que esté para no
saber la luz que le espera) era oomo un árbol lleno de sabia en comparación de la otra
que parecía un baúl lleno de objetos inanimados. Esta era como un pájaro que planea,
esta como un dragón de papel, con una cola cargada de cintas y de letreros, que se
arrastra en un rastrojo en vez de volar. Vi que muchos de los instrumentos que
estaban en la nueva iglesia, como por ejemplo las flechas y dardos, no estaban
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reunidos más que para ser empleados contra la iglesia viva» (AA.III.1 04)
ce Ellos amasaban pan en la bodega de abajo; pero de ello no resultaba nada y se
trabajaba en balde» (AA.III.1 05)
«Vi también a los hombres con pequeños mantos llevar madera ante las graderías
donde se encontraba la sede del predicador, encender fuego, soplar con todas sus
fuerzas y producirse un dolor extremo, pero todo esto no producía más que un humo y
un vapor abominables, (AA.III.105)
«Entonces hicieron un agujero en lo alto con una vara, pero el humo no quería subir y
todo permanecía sumergido en una oscuridad asfixiante.
,, Todo permanecía en la tierra e iba a la tierra, y todo estaba muerto, artificial y hecho
por la mano del hombre: es propiamente una iglesia de fábrica humana siguiendo la
última moda, tan bien como la nueva iglesia heterodoxa de Roma, que es de la misma
especie» (AA.III105)
ce Me encontraba en una gran sala. A los dos lados había delante de los pupitres,
jóvenes en hábito largo que parecían ser seminaristas. En medio un hombre grueso
iba y venía. De repente en el lugar de los hombres, ya no vi más que caballos, a los
dos lados, y en medio un gran buey rumiando que iba y venía, mientras que detrás de
él los caballos mostraban los dientes y hacían todo tipo de muecas. Esperaba que el
buey les mostraría los cuernos y que les obligaría a estar tranquilos, pero la única cosa
que hizo, fue, llegando a un lado de la sala, golpear la pared con sus cuernos. Ya
había un agujero y yo me decía que todo iba a derrumbarse sobre ellos» (AA.III.176)
LA FALSA IGLESIA
» 12 de noviembre de 1820. -Viajaba a través de una comarca sombría y fría y llegue
a la gran ciudad (Roma). Vi allí de nuevo la gran y singular iglesia que se estaba
construyendo; no había nada de santo en ella; vi aquello de la misma manera que veo
una obra católica, eclesiástica, en la cual trabajan en común los ángeles, los santos y
los cristianos; pero aquí la colaboración se hacía de otras maneras más mecánicas.
(AA. 111. 105)
Vi arriba dibujar líneas y trazar figuras, y vi como, en seguida, en la tierra, un hombre
había levantado un plano, un dibujo. Vi la acción de los orgullosos espíritus planetarios
en sus relaciones con esta construcción hacerse sentir hasta en las regiones más
alejadas. Vi llegar hasta distancias inmensas el impulso dado para la preparación de
todo lo que podía ser necesario y útil para la construcción y para la existencia de esta
iglesia; vi allí concurrir a todo tipo de personas y de cosas, de doctrinas y de opiniones.
Había en todo esto, algo de orgulloso, de presuntuoso, de violento y todo parecía tener
éxito y me era mostrado en una multitud de escenas.
Vi subir y bajar a los espíritus planetarios, los vi enviar rayos sobre las personas que
construían el edificio. Todo se hacía según la razón humana. (AA.III.1 05)
No vi ni un solo ángel, ni un solo santo cooperar en esta obra. Pero vi mucho más
lejos, en el fondo, el trono de un pueblo salvaje armado de espadas, y una figura que
reía y que decía: ccConstrúyela todo lo sólida que quieras, nosotros la derrumbaremos,
(AA.III.1 05}
(Vi) que se mina y se asfixia la religión tan hábilmente que no queda a penas más que
un pequeño número de sacerdotes que no estén seducidos. No puedo decir como se
ha hecho esto, pero veo la niebla y las tinieblas extenderse cada vez más. Sin
embargo hay tres iglesias en las que no pueden pertrecharse: son las de San Pedro, la
de Santa María Mayor y la de San Miguel. Ellos trabajan continuamente para
demolerlas pero no lo consiguen. Todos trabajan para la demolición, incluso los
eclesiásticos. Una gran devastación está próxima. (AA.II1.122)
Vi muchas abominaciones con gran detalle; reconocí a Roma y vi a la Iglesia oprimida
y su decadencia en el interior y en el exterior. (AA. 11 1.159)
Vi sobre una verde pradera muchas personas, entre los cuales había sabios, reunirse
aparte… (AA. 11 l. 156)
… y apareció una nueva iglesia en la cual ellos estaban reunidos. Esta iglesia era
redonda con una cúpula gris y tantas personas afluían que yo no comprendía como
ese edificio podía contenerlas a todas. Era como un pueblo entero.
Sin embargo esta nueva iglesia se volvía cada vez más sombría y negra (al comienzo
solo era gris) y todo lo que se hacía en ella era como un vapor negro. Estas tinieblas
se extendieron fuera y todo el verdor se marchitó; varias parroquias de los alrededores
fueron invadidas por la oscuridad y la sequedad, y el prado, a una gran distancia, se
volvió como una sombría ciénaga.
Vi entonces varios grupos de gentes bien intencionadas corres hacia un lado de la
pradera donde había todavía verdor y luz.
No puedo encontrar palabras para describir la acción terrible, siniestra, mortífera, de
esta iglesia. Todo verdor se marchitaba, los árboles morfan, los jardines perdían su
aderezo. Vi, como se puede ver en una visión, las tinieblas producir su efecto a una
gran distancia; por todo donde ellas llegaban, se extendía como una cuerda negra. No
se lo que pasó oon todas las personas que estaban dentro de esa iglesia Era como si
devorara a los hombres: se volvía cada vez más negra, semejaba totalmente al carbón
de forja y se descamaba de manera horrible.
Tras esto (tras la horrible visión de la iglesia negra) fui, guiada por tres ángeles, a un
lugar verdeante rodeado de muros, grande aproximadamente como el cementerio que
está aquí ante la puerta;
Fui colocada alli como en una banqueta elevada. No sabía si estaba viva o muerta,
pero tenía un gran vestido blanco. (AA.III.157)
El mayor de los tres me dijo: «¡Alabado sea Dios! Aquí todavía queda luz y verdor»
entonces cayó del cielo, entre la iglesia negra y yo, como una lluvia de perlas brillantes
y de piedras preciosas deslumbrantes …
Y uno de mis compañeros (uno de los tres ángeles) me ordeno recibirlas.
Después se fueron. No se si partieron todos; me acuerdo solamente que, en la gran
ansiedad que me causaba la iglesia negra, no tuve el coraje de recibir las piedras
preciosas. Pero cuando el Ángel volvió a mi, me preguntó si las habia recogido y le
respondí que no; entonces me ordeno hacerlo en seguida.
Entonces me incliné hacia delante y encontré todavía tres pequeñas piedras con las
caras talladas como cristales. Estaban situadas por orden: la primera era azul, la
segunda de un rojo claro, la tercera de un blanco brillante y transparente. Yo las
llevaba a mis dos otros acompañantes que eran más pequeños que el primero, y,
siempre marchando de aquí para allá, ellos las frotaban unas contra otras e hicieron
surgir de ellas los más bellos colores y los más bellos rayos de luz que se extendieron
por todo.
All í a donde llegaban, el verdor renacía, la luz y la vida se propagaban. Vi también a
un lado a la iglesia tenebrosa que se degradaba.
Después, de golpe, una gran multitud se extendió por el prado verdeante e iluminado,
dirigiéndose hacia una villa luminosa.
Por el otro lado de la iglesia negra todo permanecía todavía en una noche sombría.
(AA.III. 156)
Quieren ellos ser un solo cuerpo en algo diferente que el Señor.
Se formó un cuerpo, una comunidad fuera del cuerpo de Jesús que es la Iglesia: una
falsa Iglesia sin Redentor, en la que el misterio es no tener misterio. (AA.II.89)
Es cuando la ciencia se ha separado de la fe cuando nade esta Iglesia sin Salvador,
las pretendidas buenas obras sin la fe, la comunión de los incrédulos teniendo la
apariencia de virtud, en una palabra la anti-lglesia cuyo centro está ocupado por la
malicia, el error, la mentira, la hipocresía, la laxitud, los artificios de todos los demonios
de la época. (AA.II.89)
LA COMUNIÓN DE LOS PROFANOS
Todo es (en esta «falsa iglesia .. ) fundamentalmente malo; es la comunión de los
profanos.
No se decir hasta donde todo lo que ellos hacen es abominable, pernicioso y vano.
(AA.II.89)
¡Quieren ser uno solo cuerpo en algo diferente que el Señor! (AA.II.89)
Tuve una visión en la que vi a los otros en la falsa iglesia, edificio cuadrado, sin
campanario, negro y sucio, con una cúpula elevada. Ellos estaban en gran intimidad
con el espíritu que reinaba ahí. Esta iglesia está llena de inmundicias, de vanidades,
de necedad y de oscuridad. Casi nadie de ellos conocía las tinieblas en medio de las
cuales trabajaba. Todo es puro en apariencia: pero no es más que vacío. (AA.II.88)
(La falsa iglesia) está llena de orgullo y de presunción, y con eso destruye y conduce
al mal con toda clase de buenas apariencias. Su peligro está en su inocencia aparente
(AA.II.89)
Ellos hacen y quieren cosas diferentes: en ciertos lugares su acción es inofensiva:
además trabajan para corromper a un pequeño número de sabios, y asf todos juntos
desembocan en un centro, en una cosa mala por su origen, en un trabajo y en una
acción fuera de Jesucristo por el cual únicamente toda vida es santificada y fuera del
cual todo pensamiento y toda acción permanecen como el imperio de la muerte y del
demonio. (AA. 11.89)
Me encontraba en un navío agujereado y estaba tumbada en el fondo, en el único
lugar que estaba intacto: las personas estaban sentadas en los dos bordes del navío.
Yo oraba continuamente para que no fueran precipitados a las olas: sin embargo ellos
me maltrataban y me daban patadas. Ve fa a cada instante el navío a punto de
hundirse y estaba muerta de miedo. (AAA.III.147)
Finalmente ellos fueron obligados a conducirme a tierra donde mis amigos me
esperaban para llevarme a otro lugar.
Yo rezaba siempre para que estos desdichados desembarcasen también …
… pero a penas estaba sobre la orilla que el navío se hundió y ninguno de los que allí
estaban pudo salvarse, lo cual me llenó de tristeza. En el lugar donde fui había una
gran abundancia de frutos. (AA.III.14 7)
Cuando miraba debajo de mi, vi muy distintamente, a través de un velo de color
sombrío, los errores, extravíos y los pecados innumerables de los hombres, y con que
necedad y que maldad ellos actuaban contra toda verdad y toda razón. Vi escenas de
toda especie: volví a ver el navío en peligro, llevando a estos hombres convencidos de
su inmenso mérito y admirados también por muchos otros, pasar cerca de mí sobre un
mar peligroso y yo esperaba que en cualquier momento perecerían. Vi entre ellos a
sacerdotes y sufrí profundamente para ayudarles a volver al arrepentimiento.
(AA.III.149)
¡Vi tantos traidores! Ellos no soportan que se les diga: «esto va maln. Todo está bien
ante sus ojos con tal de que puedan glorificarse con el mundo. (AA.II1.184)
EL PAPA TRAICIONADO
Vi al Papa en oración; estaba rodeado de falsos amigos que a menudo hacían lo
contrario de lo que decía. (AA.II.203)
Vi al santo Padre en una gran tribulación y una gran angustia que afectaba a la Iglesia.
Le vi muy rodeado de traiciones. (AA.II.414)
¡Ellos quieren quitar al pastor el prado que le es propio! ¡Quieren imponer otro que
deja todo en manos de los enemigos! Entonces, tomada por la cólera, ella elevaba el
puño cerrado diciendo: ¡Alemanes Bribones! ¡Escuchad! ¡no lo conseguiréis! ¡El pastor
está en una rocalla! ¡Ustedes, sacerdotes, no se mueven! ¡Dormís y la granja arde por
todos los lados! ¡no hacéis nada! ¡como lloraréis por eso un día! (AA.III.184)
Vi que, en ciertos casos de extrema desdicha, el Papa tiene visiones y apariciones
(AA.II.414)
EL FALSO ECUMENISMO
Vi, bajo una imagen de varios jardines formando un círculo alrededor mío, la
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relaciones del Papa con los obispos. Vi al Papa mismo sobre su trono, colocado como
en un jardín. Vi en diversos jardines, los derechos y los poderes de estos obispos, bajo
forma de plantas. flores y frutos, y vi relaciones, corrientes, influencias, como hilos o
rayos yendo de la sede de Roma a los jardines. Vi sobre la tierra, en estos jardines, la
autoridad espiritual del momento: vi en el aire, encima de ellos, la cercanía de nuevos
obispos. Así, por ejemplo, vi en el aire (en el futuro), encima del jardln donde se
encontraba el severo superior (el obispo de entonces, severo porque era firme en la
fe), un nuevo obispo mitrado, la mitra y todo lo demás. Vi alrededor de él protestantes
que querían hacerle descender en el jardín, pero no con las condiciones que el Papa
había exigido. (AA.III.128)
Ellos buscaban infiltrarse por toda clase de medios: desordenaban ciertas partes del
jardín donde plantaban malas semillas. Les vi tanto en un lugar, tanto en otro, cultivar,
o dejar en baldío, demoler y no quitar los escombros, etc. todo estaba Ueno de trampas
y de ruinas. Les vi interceptar y desviar las vías que iban al Papa. (AAA.III.128)
Vi a continuación que cuando ellos introducían el obispo de la manera que se hablan
propuesto, él era intruso, introducido contra la voluntad del Papa y que no poseía
legítimamente la autoridad espiritual. (AA.III.128)
Vi, por lo que creo, casi todos los obispos del mundo, pero un pequeño número
solamente perfectamente sano. (AA.III.136)
Vi todo lo que respecta al protestantismo tomar cada vez más poder, y la religión caer
en decadencia completa. (AA.III.137)
Había en Roma, incluso entre los prelados, muchas personas de sentimientos poco
católicos que trabajaban para el éxito de este asunto (la fusión de las iglesias).
Vi también en Alemania a eclesiásticos mundanos y protestantes iluminados
manifestar deseos y formar un plan para la fusión de las confesiones religiosas y para
la supresión de la autoridad papal. (AA.III.179)
¡ … y este plan tenía, en Roma misma, a sus promotores entre los prelados!
(AA.III.179)
Ellos construían una gran iglesia, extraña y extravagante; todo el mundo tenía que
entrar en ella para unirse y poseer allí los mismos derechos; evangélicos, católicos,
sectas de todo tipo: lo que debla ser una verdadera comunión de los profanos donde
no habría más que un pastor y un rebaño. Tenía que haber también un Papa pero que
no poseyera nada y fuera asalariado. Todo estaba preparado de antemano y muchas
cosas estaban ya hechas: pero en el lugar del altar, no había más que desolación y
abominación. (AA.III.188)
PROFANACIÓN DE LA EUCARISTíA
Vi muy a menudo a Jesús mismo cruelmente inmolado sobre el altar por la celebración
indigna y criminal de los santos misterios. Vi ante los sacerdotes sacrílegos la santa
Hostia reposar sobre un altar como un Niño Jesús vivo que ellos cortaban en trozos
con la patena y que martirizaban horriblemente. Su misa, aunque realizando realmente
el santo sacrificio, me parecla como un horrible asesinato. (CC.89)
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… la devoción al Santísimo Sacramento caería completamente en decadencia y el
sacramento mismo en el olvido. Ella decía esto aplicándolo particularmente a esa
parte de la Iglesia en la que vio todas las cosas desecarse y morir ante el progreso de
las luces y bajo el régimen de la libertad, de la caridad y de la tolerancia. (AA.III.164)
Veo los enemigos del Santfsimo Sacramento que cierran las Iglesias e impiden que se
le adore, acercarse a un terrible castigo. Yo los veo enfermos y en el lecho de muerte
sin sacerdote y sin sacramento (AA.III.167)
La fiesta del Santísimo Sacramento se había vuelto una necesidad porque en esa
época (la de su institución) la adoración que le era debida estaba muy descuidada y la
Iglesia debía proclamar su fe por una adoración pública. No hay fiesta y devoción
establecidas por la Iglesia, artículo de fe promulgado por ella que no sean
indispensables, necesarios y exigidos para el mantenimiento de la verdadera doctrina
en una época dada. (AA.II.286)
LA BENDICIÓN DESCUIDADA
Es muy triste que los sacerdotes, en nuestro tiempo, (el de Ana Catalina) sean tan
indiferentes en lo que toca al poder de bendecir. Se diría a menudo que ya no saben lo
que es la bendición sacerdotal; muchos a penas creen en ella y se avergüenzan de la
bendición como de una ceremonia anticuada y supersticiosa.
Muchos, finalmente, no reflexionan nada en esa virtud y en esa gracia que se les ha
dado por Jesucristo y tratan la cosa muy ligeramente. Como el Señor ha instituido el
sacerdocio y le ha transmitido el poder de bendecir, me es necesario languidecer y
consumirme en el deseo de recibir la bendición. Todo en la Iglesia no hace más que
un solo cuerpo: el rechazo de una parte hace que la otra quede afectada. (AA.I.523)
EL CELIBATO DE LOS SACERDOTES
Desde el domingo de Quasimodo hasta el tercer domingo tras la Pascua (1820), sus
sufrimientos expiatorios aumentaron hasta tal punto que su entorno, a pesar de estar
acostumbrado desde hacía tiempo a parecidos espectáculos, podía a penas
soportarlo. Ana Catalina sufría a causa de los ataques dirigidos por los adherentes de
Wessemberg contra el celibato de los sacerdotes y de los numerosos escándalos
ligados a esos desgraciados manejos. (AA.III.167)
He sido conducida hacia un rebaño, en una de las extremidades del campo de la casa
de bodas. Entre los corderos que lo componían, había muchos malos carneros que
deterioraban el rebaño golpeándolo con sus cuernos. (AA.III.174)
Se me ordenó poner a parte a los carneros malos. Esto era muy desagradable y muy
penoso para mi, ya que yo no podía distinguirlos bien de los otros.
LENGUA PROFANA Y LENGUA SAGRADA
No puedo hacer uso de las oraciones de la Iglesia traducidas al alemán. Ellas son para
mi demasiado insípidas y demasiado repelentes. En la oración no estoy ligada a
ninguna lengua y, en el transcurso de mi vida, las oraciones latinas de la Iglesia me
han parecido siempre mucho más profundas y más inteligibles. En el convento, me
regocijaba siempre de antemano cuando debíamos cantar los himnos y responsos en
latín. La fiesta era todavía más viva para mí y veía todo lo que cantaba. Sobre todo
cuando catábamos en latfn las letanías de la Santa Virgen, veía sucesivamente en una
maravillosa visión todas las figuras simbólicas de María. Era como si mis palabras
hubieran hecho aparecer esas imágenes, y al comienzo estaba muy asustada de ello;
pero pronto eso fue para mi una gracia y un fervor que estimulaban mucho mi
devoción. He visto así las escenas más admirables. (AA.1.258)
LA ANARQUÍA EN LA IGLESIA
No hay más que una Iglesia, la Iglesia católica romana. Y cuando no quedare sobre la
tierra más que un católico, este constituiría la Iglesia una, universal, es decir católica,
la Iglesia de Jesucristo, contra la cual las puertas del infierno no prevalecerán.
El conocimiento de la grandeza y de la magnificencia de esta Iglesia, en la cual los
sacramentos son conservados con toda su virtud y su santidad inviolable, es
desgraciadamente una cosa rara en nuestros días, incluso entre los sacerdotes. Y es
porque tantos sacerdotes no saben ya más lo que ellos son y no comprenden más el
sentido de esta palabra, «pertenecer a la Iglesia••.
Es algo muy grande, pero también algo imposible sin la verdadera luz, sin la
simplicidad y la pureza, el vivir según la fe de esta santa Iglesia. (AA.I.528)
Veo en todos ellos, incluso en los mejores de entre ellos, un orgullo espantoso, pero
en ninguno veo humildad, simplicidad, obediencia. Son terriblemente vanos de la
separación en la que viven. Hablan a veces de fe, de luz, de cristianismo vivo; pero
menosprecian y ultrajan la santa Iglesia en la cual únicamente hay que buscar la luz y
la vida. (AA.I.535)
Se sitúan por encima de todo poder y de toda jerarquía eclesiástica y no conocen ni la
sumisión ni el respeto hacia la autoridad espiritual. En su presunción, pretenden
comprenderlo todo mejor que los jefes de la Iglesia e incluso que los santos doctores.
Rechazan las buenas obras y quieren sin embargo poseer toda perfección, ellos que,
con su pretendida luz, no juzgan necesarias la obediencia, ni las reglas de disciplina,
ni mortificaciones, ni penitencia. Yo los veo siempre alejarse cada vez más de la
Iglesia, y veo un mal porvenir para ellos. (AA.I.536)
Ninguna desviación lleva a consecuencias tan desastrosas y es tan difícil de curar
como este orgullo del espíritu por consecuencia del cual el hombre pecador pretende
llegar a la suprema unión con Dios sin pasar por el camino laborioso de la penitencia,
sin practicar incluso las primeras y las más necesarias de las virtudes cristianas y sin
otra guía que el sentimiento íntimo y la luz que da al alma la certeza infalible que
Cristo opera en ella. (AA.I.536)
Estos «iluminados», los veo siempre en una cierta relación con la venida del Anticristo,
ya que ellos también, por sus manejos, cooperan en el cumplimiento del misterio de
iniquidad. (AA.I.536)
¡JESÚS! ¡JESÚS! ¡JESÚS!
¡Cristo para nosotros! ¡Cristo en nosotros! (AA.I.536)
Ellos habían rechazado todo juicio de la autoridad legítima de la Iglesia, que
únicamente ella ha recibido su poder de Dios, que únicamente ella tiene misión para
poder decidir sobre la verdad o falsedad de estos tipos de manifestaciones interiores;
ellos se habían puesto por encima de las reglas de la fe y de los mandamientos
divinos y habían por ello quitado toda barrera que hubiera podido preservar a estos
infortunados de este mal cuya influencia desastrosa hacfan crecer como una simiente
de maldición por todo lugar por donde pasaban. (AA.I.537)
Jesús les habló de diferentes sectas religiosas que existían entonces, y que Él las
describió como sepulcros blanqueados y llenos de la corrupción más espantosa.
(88.11.180)
El tiempo del Anticristo no está tan próximo como algunos creen. Habrá todavía
algunos precursores. He visto en dos ciudades doctores, de cuya escuela podrían salir
estos precursores. (AA.II.441)
… ella vio el cese del sacrificio en la época del Anticristo (AA.II.492)
27 de junio de 1822-He tenido un penoso trabajo que hacer en una iglesia en la que
se había, por temor a una profanación, cerrado y tapiado el Santísimo Sacramento en
un pilar y donde se decía la misa en secreto en una bodega debajo de la sacristía. No
puedo decir donde ocurría esto: la iglesia era muy vieja y tenía yo un terror mortal de
que el sacramento estuviera expuesto a algún peligro. Entonces mi conductor me
exhortó de nuevo a orar y a pedir con todo mi conocimiento oraciones para la
conversión de los pecadores y sobre todo para que los sacerdotes tengan una fe firme:
ya que los tiempos muy difíciles se acercan: los no católicos quieren por todos los
medios posibles disputar y quitar a la Iglesia todo lo que es de su dominio. La
confusión será cada vez mayor. (AA.II.475)
EL HEDONISMO Y LA CRUZ
… se guardaba silencio sobre la cruz, sobre el sacrificio y la satisfacción, sobre el
mérito y el pecado, donde los hechos, los milagros y los misterios de la historia de
nuestra redención debían dejar paso a «profundas teorías de la revelación «, donde el
hombre-Dios, para ser soportado, sólo debía ser presentado como «el amigo de los
hombres, de los niños, de los pescadores••, donde su vida no tenía valor más que
como «enseñanza••, su Pasión como «ejemplo de virtud••, su muerte como <•caridad»
sin objeto; donde se le quitaba aJ pueblo creyente el antiguo catecismo que se
reemplazaba por «historias bíblicas•• donde la falta total de doctrina debía de ser
velada bajo «Un lenguaje ingenuo al alcanza de todas las inteligencias»; donde los
fieles estaban forzados a «cambiar todos sus libros de piedad••, sus viejas formulas de
plegaria y sus antiguos cánticos por producciones de fábrica moderna «tan maJas y tan
impías» como aquellas por las que se intentaba reemplazar el misal, el breviario y el
ritual. (AA.II.415)
No es solamente para los incrédulos y los enemigos de Dios que combatían a la santa
Iglesia con todas las armas de la violencia y de la astucia, que la cruz era una locura y
un escándalo, sino que, al margen de los hombres que no querían renegar de la fe en
Jesucristo. uno se asustaba del número de aquellos que comprendían todavía el
testimonio del príncipe de los Apóstoles: «Sabed que no habéis sido buscados por el
oro y la plata, cosas perecederas, sino por la sangre preciosa de Cristo, como por la
de un cordero sin mancha.»
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